Un incendio arrasó el mainstage “Orbyz” dos días antes del inicio de Tomorrowland 2025 en Boom, Bélgica. La estructura, de 45 m de altura y 160 m de largo, quedó destruida tras una prueba pirotécnica, aunque no hubo heridos
En apenas 72 horas, más de 16.000 personas —entre técnicos, voluntarios y artistas— trabajaron contrarreloj para levantar un nuevo escenario que permitiera seguir adelante con el festival. Incluso Metallica, que ensayaba en Bélgica, prestó su equipo técnico y su pantalla LED gigante para que el show pudiera continuar.
Y así fue. El viernes a las 16:00 horas, Tomorrowland abrió sus puertas como si nada hubiera pasado. Bueno, casi. El nuevo escenario, mucho más sobrio y minimalista, se colocó justo enfrente de los restos calcinados del original, que no fueron retirados y quedaron como un símbolo de resistencia. Un esqueleto de metal retorcido observando la fiesta.
A pesar del cambio forzado, la experiencia no perdió fuerza. Actuaciones como las de David Guetta, Martin Garrix, Amelie Lens o Tale of Us encendieron a las más de 400.000 personas que se reunirán durante los dos fines de semana del evento. DreamVille, la zona de camping que alberga a unas 38.000 personas por jornada, también mantuvo su ritmo de siempre: fiesta, diversidad y convivencia entre más de 200 nacionalidades.
El nuevo escenario no tuvo la espectacularidad visual de años anteriores, pero sí cumplió con creces en lo sonoro. Los juegos de luces, el confeti, los fuegos artificiales y la vibra inigualable de Tomorrowland no faltaron.
Además, hubo momentos muy emotivos: homenajes a Avicii, referencias a la unión y la fuerza del colectivo electrónico, y una sensación general de que la música, como siempre, es capaz de sobreponerse a todo. Incluso a un incendio devastador.