Maarten Vorwerk, el ghostproducer más conocido presenta su primer track personal
"You are the one" es el nombre que el conocido productor ha elegido para su primer tema en solitario que además cuenta con las vocales de Matthew Steeper
Desde que el mundo de la electrónica mainstream alcanzó los colosales números entre los que se mueve han existido rumores, con mayor o menor grado de fiabilidad, sobre personas que se encontraban detrás de los grandes nombres creando los temas. Estos son los popularmente llamados ghostproducers y aunque nos duela reconocerlo existen y sus producciones son las que a menudo se convierten en éxitos bajo el nombre de otro artista.
Rumores contrastables en la era de la información, actualmente es muy sencillo conocer detalles de cualquier tema y las verdades salen a la luz. Ahora, uno de los ghstproducers de mayor relevancia sale del estudio para comenzar su propia carrera como artista.
Maarten Vorwerk es actualmente uno de los mejores productores a nivel global, al menos en los estilos más comerciales. Se ha dicho de él que ha estado detrás de artistas de la talla de DVBBS, Quintino o Danny Avila, además de muchos otros, pero no ha sido hasta este año cuando el músico ha decidido llevar a cabo su proyecto personal.
Bajo el nombre de Vorwerk y junto al sello que ha visto la mayoría de sus supuestos temas, ‘Spinnin’ Records’, ha presentado el tema ‘You are the one’. El tema cumple con la marca personal de calidad que Maarten une a cada producción; un sonido perfilado a la perfección y ligeros detalles que quizás pasarían desapercibidos para el oído inexperto pero que dotan al tema –y a los que se dice que ha compuesto– de una sensación que últimamente no conseguimos obtener en los temas que lanzan semana tras semana los principales DJs del panorama.
El concepto global de la canción está dirigido a un público big room ya que no nos ha costado imaginar este tema sonando en alguno de los escenarios más grandes del globo. La energía que desprende durante sus poco más de tres minutos se une a las vocales de Matthew Steeper. Una auténtica barbaridad musical que nos hace preguntarnos si los grandes artistas, que cotizan millonadas, se esfuerzan realmente por mostrar buena música.