A Summer Story suma y sigue

A Summer Story suma y sigue

El festival demuestra quien manda en Madrid

Publicidad
Comparte lo que lees
A Summer Story suma y sigue

Texto:
Isra Méndez

Tras una nueva edición de A Summer Story, por la que pasaron unas 60.000 personas en ambos días, el sabor de boca sigue quedando muy dulce. Los artistas estuvieron a la altura, el público igual y el despliegue técnico demostró ser espectacular para un evento de estas características.

El verano en Madrid da comienzo con A Summer Story, y el primer festival de la temporada siempre promete mucho. El camino a la Ciudad del Rock siempre se hace largo, sobre todo si sabes lo que vas a disfrutar gracias a grandes artistas que este festival ha conseguido congregar para esta edición. El primer día nos esperaban grandes como Third Party, W&W, Headhunterz, Da Tweekaz y un muy largo etcétera que pusieron patas arribas los escenarios más “pequeños” del recinto.

El ambiente en los alrededores era muy bueno, se respiraba buen rollo y una predisposición que pocos clubs y festivales nacionales consiguen congregar. Los buses llegan, la gente calienta y dan sorbos a sus copas mientras nosotros entramos a disfrutar de la sesión de nuestro artista hardstyle joven más internacional: Arzadous. El madrileño llegaba calentito después de haber pinchado con Frontliner en Amsterdam el día anterior y se notó. Un hardstyle especial que mezcló clásicos como el ‘Dragonborn’ de Headhunterz mezclados con novedades propias y ajenas que muy pronto podremos escuchar en el mercado. Muchas de ellas del que será su primer álbum de estudio ‘Music Ergo Sum’.

Después Audifreq siguió por todo lo alto y los bpm bien arriba para deleite de los centenares de personas allí presentes que, a pesar de ser una hora temprana, sabemos que los fans del hardstyle son los más fieles y allí estaban desde el minuto uno dándolo todo. Optamos por bajar bpms e irnos al BURN Stage donde Third Party estaban ya llenando de melodías A Summer Story. El progressive house de los londinenses recala en el respetable desde el principio con unas melodías pulidas y drops pegadizos con los que consiguen encandilar a todos los presentes con ganas de sensaciones nuevas que quieren evitar el drop fácil a 128.

DJ Nano fue el siguiente y el primero en hacer saltar a los fieles del BURN Stage con ganas de ritmos mucho más eléctricos y enérgicos que los anteriores. El electro house fue el dominante en una sesión en el que el jungle, dubstep y los ritmos más fuertes también tuvieron especial protagonismo, una sesión de una intensidad única con la que el dj más querido de nuestro país volvió a demostrar por qué sigue en lo más alto. Su uso del micro siempre supone un aliciente extra que motiva a la gente y Nano siempre tiene al público en su mano desde el minuto uno, fueron 75 minutos del mejor desparrame que hemos vivido últimamente ¡Larga vida a DJ Nano!



Después de él llegaba un artista que nunca había pisado Madrid y que teníamos muchas ganas de ver: Tchami. El perteneciente a la crew del Pardon My French inundó el escenario con el future house más bailable a lo largo de una hora y media en la que el público fue de más a menos debido a los, quizá, ritmos tan repetitivos. La alarma del móvil suena a las 2:25, hay que correr al escenario principal que sale uno de los artistas estrella del festival: Eric Prydz. El sueco llegaba a Madrid a un escenario en el que la duda era palpable sobre el qué iba a hacer, si iba a pinchar techno como estaban haciendo todos, o el progressive house tan característico suyo que aúna a gente de ambos bandos. El creador del ‘Opus’,  comenzó con ritmos oscuros que transformó en melodías archiconocidas que el público coreó al unísono. Nosotros decidimos apostar e irnos a ver a W&W, no nos arrepentimos para nada.

Los holandeses volvieron al trance que les caracteriza y que por momentos nos hacía soltar una lágrima con los ritmos que les llevaron a lo más alto. Sus partes de big room no eran tan evidentes y la energía se palpaba a 128 bpm con grandes temas como ‘If Ain’t Dutch’ o su clásico ‘Big Foot’ con los que despegar la zapatilla del suelo no es una opción.

Headhunterz fue el siguiente en salir. ¿EDM o Hardstyle? Esa era la duda que nos recorría la cabeza y que fue resuelta desde el minuto uno para nuestra alegría… ¡hardstyle! Headdy pinchó  desde el minuto uno los temas que le han llevado a la gloria y con los que ha hecho saltar a millones de personas a lo largo de su carrera. No sabíamos si estábamos en A Summer Story o en el Defqon.1 así que todo iba a las mil maravillas. ‘World of Madness’ o ‘Colors’ fueron dos momentos claves de un set que nunca olvidaremos y con el que dejó claro, tal como dijo al día siguiente en el Defqon 1, que ¡vuelve al hardstyle!

Después fue el turno del trance de Dim3nsion, Ferry Corsten y Aly & Fila, no pudimos verlos, había que coger fuerza para el sábado que la íbamos a necesitar. La primera jornada estuvo  muy bien de gente en cuanto a entrada, pero la segunda lo era mucho más. A pesar del fuerte viento y chubascos dispersos las ganas del respetable de fiesta era increíble desde el primer momento.

Nosotros nada más entrar directamente escuchamos los ritmos del ‘Empire’ de Dimitri Vangelis & Wyman y no dudamos en ir corriendo al mainstage a disfrutar de los suecos. Nos dejaron atónitos con su selección de tracklist y es que poner en menos de 10 minutos el ‘ID2’, ‘Pressure (Alesso Remix)’, ‘Calling’ y ‘Payback’, son cosas que no se olvidarán y que fueron parte de los mejores momentos, si no el mejor, de todo el festival. Quizá salieron un poco pronto para la sesión que hicieron, pero bueno, no pasaba nada, los siguientes en salir al main fueron Kryder y Tom Star, quiénes llenaron de Groove una pista con ganas de más y más.

Hasta entonces, el BURN Stage recibía el showcase de Natas Records, el sello de DJ Nano que acoge a los grandes talentos de este país tales como Subshock & Evangelos, Gomad! & Monster, Garabatto, Michael White o el residente de Ultra Music Festival Mykris. Gran apuesta que dejó con gran sabor de boca y que nos deja tranquilos, el futuro de la electrónica en nuestro país, está en muy buenas manos.

Nicky Romero fue el siguiente en salir al escenario principal, justo después de un Kaskade que nos dejó un sabor un poco agridulce. El holandés trajo su electro house característico con los mejores lanzamientos de Protocol Recordings (su sello) con los que el público estaba sorprendido y nosotros también. Hemos visto mucho a Nicky Romero, y esta la verdad es que no ha sido la mejor versión que hemos disfrutado del holandés, aún así la profesión va por dentro y disfrutamos con sus grandes mash ups y temas nuevos que siguen ganándose nuestro corazón. Por supuesto, ‘I Could be the One’, fue el tema más laureado por el público, un tema que ya tiene casi cinco añitos ¡hay que actualizarse!



Hay que hacer mención especial a las visuales que llevó consigo el holandés, unas de las mejores de todo el fin de semana en el escenario principal sin duda. A las 5:30 la cosa se ponía seria y el capo de Size Records salía a escena con cinco minutillos de retraso. Steve Angello fue, sin duda, uno de los artistas que más nos gustó el año pasado (si no el que más) y las expectativas que teníamos puestas en él eran muy altas. Su progressive oscuro comenzó con una intro que parecía interminable pero que desembocó en una consecución de temazos de principio a fin que culminó cuando casi al final volvió a sonar ‘Payback’, uno de los mejores sencillos que ha visto la luz en Size Records, que no son pocos. Steve Angello se tiene ganado el corazón de los españoles y en esta edición de A Summer Story lo volvió a demostrar.

DJ Nano volvió a congregar a miles de adeptos con su Oro Viejo y el mejor escenario remember que se puede escuchar en un festival. El madrileño volvió a rendir tributo a la música de baile de este país y esta vez no estuvo solo, Kate Ryan, DJ Neil y Mauro Picotto le acompañaron con un éxito sin precedentes.

El cierre se preveía épico y así fue, Armin van Buuren cerró A Summer Story como merece ante la atenta mirada de decenas de miles de personas. Fue sin duda el momento con más gente del festival y el holandés con estas cosas se crece, aunque hay que decir que por mucho que al principio dijera ¿Quién está listo para A State of Trance?, de ASOT la sesión tuvo más bien poco. Aún así Armin es una leyenda y el público de A Summer Story fue muy agradecido bailando en todo momento los temas del holandés.

Como balance general A Summer Story volvió a demostrar que es el mejor festival de electrónica que se celebra en la capital, no solo por su diversidad musical, sino por el ambiente que se crea, los escenarios y el sonido que, de verdad, necesitaba la capital en un evento de estas características. Mención especial al departamento de prensa y a Gustavo Navedo por volver a tratarnos tan bien un año más. Si somos sinceros, llegamos reventados del festival, pero ahora que hemos descansado, no podemos esperar a que sea el año que viene… ¡Nos vemos en 12 meses en A Summer! 

Comparte lo que lees